En estos días de incertidumbre, con mucha más frecuencia que otras veces en nuestra vida cotidiana, es normal que nos planteemos qué será de mi futuro, qué pasara después, dónde y cómo me encontraré en el futuro cuando todo esto sólo sea un recuerdo. Es normal, estamos programados para ello, necesitamos anticipar para prepararnos para lo que sea que venga. Aun así en estos días quizás más que nunca, la idea de futuro sirve para poco más allá de nuestras tareas cotidianas concretas.
El futuro, como idea, como algo vivido desde el ahora, tiene algo de trampa. Trampa porque nos faltan datos para construir algo concreto, no podemos saber qué pasará, no tenemos datos, no tenemos referencias, no tenemos ejemplos.
Tratar de vislumbrar el futuro hoy, es tratar de resolver un problema matemático donde nos faltan datos. Tan sólo quiero invitaros a ver esta trampa: por más que pensemos no vamos a solucionar nada. Una invitación a no perderse en estos pensamientos que inevitablemente aparecen. Más aún si tenéis tendencia a usar la idea de que muchas veces “me pondré en lo peor para estar preparado”. A pesar de que normalmente lo que imaginamos, o no pasa, o pasa de otra manera, o es mejor o bastante peor que lo imaginado, seguimos haciéndolo con el mantra de “ponte en lo peor”.
Poniéndonos en lo peor no nos preparamos para lo que venga, simplemente nos traemos el miedo, la tristeza, el dolor o el sufrimiento, o simplemente las dificultades que encontraremos, que a lo mejor experimentamos, a lo mejor no, al aquí y al ahora. Además sin los datos necesarios para resolverlo, ya que estos datos, esta información que necesitaremos aparecerá en la situación, cuando se esté dando el problema. De paso, nuestro aquí y nuestro ahora estará salpicado de problemas que ahora no tenemos y que no sabremos si tendremos. Es preocuparnos de que el segundo plato no nos gustará mientras tenemos el primero delante.
La regla de los dos "y si..." para crear el futuro
Muchas veces en consulta planteo la regla de los dos " y si.."
La regla no es más que poner atención ante los pensamientos que encadenen dos frases con este encabezamiento Y si...(pasa tal cosa) y además si...(pasa tal otra). La pauta es ver que detrás de dos “y si...” todo lo que venga después es fantasía, es imaginación desbordada puesta (generalmente) en contra de uno mismo.
Cuando nos pillemos en esta trampa, os animo a centrar la atención en el aquí y el ahora, en lo que sí esta pasando, en lo que es, no en lo que podrá ser (o no).
"Hoy es siempre todavía, toda la vida es ahora."